Cocina consciente

Con nuestros actos cotidianos conscientes podemos hacer grietas en el sistema patriarcal-capitalista-especista-racista-colonial. Lo que consumimos, lo que nos metemos a la boca, lo que nos nutre y nos da energía, lo que decidimos que nos atraviese la cuerpa, es una decisión política que puede formularse en clave feminista interseccional.

En la cooperativa Gozadera estamos construyendo una cocina y una barra de bebidas colectiva que es a la vez el eje de la sustentabilidad del lugar; una cocina dinámica que se cuestiona las interseccionalidades entre feminismo y antiespecismo, entre consumo local y solidario; entendiendo estas alternativas como luchas ante diversas opresiones. Una violencia mundial es el exterminio contra los animales, contra otras especies por eso, brindar opciones veganas en nuestra cocina es una apuesta política y una invitación a la reflexión y acción, siempre alertas y abierta a la crítica frente al clasismo o racismo que puede representar optar por el veganismo en ciertos contextos privilegiados.

Para nosotras entrar y regresar a la cocina es un acto de reapropiación de saberes ancestrales y de autonomía alimentaria; buscar construir redes de consumo justo, local, de temporada, diverso y solidario con lo que la tierra nos brinda nos permite articular resistencias.

Disfrutamos reconocer y aprender de las otras y compartir cocinando colectivamente lo que nos alimenta diariamente. En esta etapa de cooperativización están presentes los proyectos Cruda la Vida y Venga Vegana para enriquecer los sabores y opciones de la cocina de gozadera.

@Crudalavida

@VengaVegana